El día que deje de escribir poesía,
Dejare de sentir lo que llaman alegría.
Cuando se acaben los pensamientos,
Cuando ya no escriban más sonetos.
Si esto es un sueño algún día tengo que despertar,
Abriré los ojos y veré el mundo llorar.
Habrá ruina y miseria, mucha oscuridad.
El día que ya no escriba poesía,
Regresare el mundo de la monotonía.
Cuando se me acaben las expresiones,
Cuando pierda todas mis emociones.
Veré transcurrir el tiempo, no lo podré detener,
Nunca nadie, nadie va a poder entender,
Se escudaran en un: “Fue sin querer”.
El día que yo muera no pasará nada,
La memoria de este joven loco será olvidada.
Mi ataúd seis metros bajo tierra van a sumergir,
Los oiré llorar, vaya con Dios me van a decir.
Mujer, de qué me sirve verte,
Si no tengo el valor hablarte,
Para que soñar con tenerte,
Si no puedo besarte.
Dime Dios de qué me sirve sentir,
Si las puertas de la felicidad esa mujer no quiere abrir,
Me gustaría viajar por el mundo,
Con la melancolía al hombro, yendo sin rumbo.
Voy a explorar caminos empedrados,
Caminos hostiles y olvidados.
Cuando deje de escribir, mandare todo al carajo
